No podía ser de otra forma, después de que Benedicto XVI
decidiera poner fin a su pontificado, ayer 13 de Marzo del 2013 conocimos a
nuestro actual Papa Francisco.
Mario Jorge Bergoglio, natural de Buenos Aires y Jesuita de
vocación, fue el elegido en el cónclave en la cuarta votación a las 19:06 horas.
Muchos dicen que se trata de un Papa demasiado mayor, con sus 76 años, para seguir
con la labor de Pedro; pero, ¿Es importante la edad para ser el líder de la
Iglesia Católica o lo que realmente importa es la vocación?
Parece ser que su carácter afable, entregado y siempre
cercano a sus fieles; ha sido determinante para su elección. Muchas eran las
apuestas a favor del cardenal de Milán Angelo Scola o el filipino Luis Antonio
Tagle. Como aseguraba el cardenal sevillano Amigo con sus palabras: "Ha
sido siempre una personalidad muy presente en las congregaciones y en los
comentarios de todos estos días de reflexión", no ha sido una sorpresa
entre ellos.
Jean Louis Tauran salió al balcón para decir: “Annuntio vobis gaudium magnum; habemus papam: eminentissimun ac
reverendissimum dominum, dominum Mario Jorge Begoglio sanctae romanae ecclesiae
cardinalem qui sibi nomen imposuit Francisco. (Os anuncio una gran
alegría tenemos papa el eminentísimo y reverendísimo señor Mario Jorge Begoglio
nombre del cardenal de la Santa Iglesia Romana, que ha tomado como nombre
Francisco).”
Sus primeras palabras, una vez ya en el balcón del Vaticano,
después de que la Gendarmería tocara el himno de la ciudad papal, iban a
determinar cómo iba a afrontarlo,y fueron:
Sabéis que el deber del cónclave es dar un obispo a Roma. Parece que mis hermanos cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo, pero aquí estamos.
Os agradezco la acogida, también a la Comunidad Diocesana de Roma, a su obispo, gracias. Y antes de nada quisiera rezar por nuestro obispo emérito Benedicto XVI.
Padre nuestro, que estás en los cielos, santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino. Hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día. Perdona nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal.
Dios te salve María, llena eres de gracia, el señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Y ahora empezamos este camino Obispo Pueblo. El camino de la Iglesia. Aquella que preside en la caridad toda las iglesias. Un camino de hermandad, de amor, de fe entre nosotros. Recemos siempre por nosotros los unos por los otros. Recemos por todo el mundo, para que haya una gran hermandad.
Os auguro que este camino de la iglesia que empezamos hoy, y en el que me ayudará mi cardenal Vicario aquí presente, será fructuoso para la evangelización y para esta hermosa ciudad.
Y ahora quisiera dar la bendición pero antes os pido un favor. Antes de que el Obispo bendiga al pueblo, os pido que vosotros recéis al señor para que me bendiga a mi. La oración del pueblo pidiendo la bendición para su obispo. Hagamos en silencio esta oración vuestra para mi.
Dirijo esta bendición a vosotros y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad.
(Bendición Orbi et Orbi)
Muchas gracias por la acogida que me habéis dado. Nos veremos muy pronto, buenas noches y buen descanso.”
Con la elección del Papa Francisco, la iglesia asegura seguir teniendo un líder en éstos tiempos en los que tanto hay que luchar por mantener creyentes pese a los escándalos y desgracias sociales.
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